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Esta es la razón por la que los brujos que se meten con
estas cosas están plagados de mala suerte. Otros nombres para los Qliphothic
son “niño mágico” y “demonio”. Ellos no tienden a tomar una forma visible, pero
se pueden sentir o ser “detectados”. Cuando no se utilizan tienden a quedar
flotando en el último lugar en donde fueron utilizados, o regresar a su
remitente, vampirizando la energía vital de quien está cerca.
Algunas personas que creen haber sido maldecidas han sido
simplemente atraídas por un “parásito” mágico callejero. Los que participan en
sesiones de espiritismo, o juegan con tableros Ouija, se encuentran en mayor
riesgo de atracción de tales parásitos. Las entidades Qliphothic pueden ser
exorcizadas, pero no es fácil, y el proceso puede ser algo desgarrador.
Con el tiempo, si se los descuida, estando desempleados, y
debido a la falta de alguien que les de energía, se desvanecerán por
completo.
De la categoría de los poltergeist, solo voy a decir algo.
El movimiento y/u objetos voladores son a menudo el resultado de la turbulencia
psíquica que emana de los adolescentes con las hormonas en ebullición. El
fenómeno también se manifiesta a veces en presencia de las mujeres adultas
durante la menstruación.
En el caso de las niñas vírgenes, la cura para poltergeists
es la paciencia, ya que este problema desaparece una vez que los niveles
hormonales se estabilizan. Para mujeres adultas, la hierba china Tang Kwei Jin
o algo similar puede curarlo.
La categoría de deidad (o “espíritu santo”) es más problemática.
A menudo sucede que los sentimientos religiosos se producen cuando una persona
se asombra por una manifestación de una o más de las otras categorías.
El carácter de ese temor es el producto de lo que me atrevo
a llamar un estado patológico. Para explicar lo que quiero decir con esto, voy
a dar una breve discusión de la memética. La memética es el estudio o las
observaciones de los memes, que son “gérmenes” lingüísticos, es decir, “virus”
codificados y transmitidos a través del lenguaje. La mayoría o todos los
conceptos de un Dios transmitidos a través de palabras escritas o habladas y,
posteriormente, todas las manifestaciones naturales o sobrenaturales se ven
como que emanan de la voluntad de ese “dios”.
El cerebro se ha reprogramado por ese pensamiento-virus para
perpetuar y propagar el virus a otras personas, al igual que los virus reales
hacen para el ADN. El ADN es una especie de código, las palabras son otro.
La Deidad Virus más poderosa es la YHWH, y todas sus
mutaciones. Ha aguantado adaptándose a las demandas siempre cambiantes puestas
sobre el cerebro de su huésped, he incluso ha logrado influir en el carácter de
otras Deidades Virus. La única manera de curar a una persona con una Deidad
Virus activa es mediante la desprogramación heroica, un proceso tan brutal y
terrible para el paciente como la quimioterapia es para un paciente con cáncer,
y como con el último ejemplo, probablemente ineficaz, con la posibilidad de una
reinfección posterior.
Finalmente, la categoría fantasma (o frecuentador). Este es
el verdadero fantasma. Se trata de una huella residual traumática psíquica
localizada a la izquierda de la red geomagnética y confinada en un área
específica de un tamaño no más grande que 3 cm. Estas se pueden manifestar de
muchas maneras, como espectros, voces, luces flotantes, las sensaciones
táctiles, los puntos fríos o calientes, la aparición de objetos en movimiento,
etc. A veces es difícil de distinguir de las manifestaciones crónico o
poltergeist, para distinguirlos se necesita un caza fantasma sensible y con
experiencia. La manera más fácil de
hacer la distinción es tratar cualquier manifestación con un fantasma, y si no
desaparece, es probable que sea de otra categoría. El método para “destrozar”
estos fantasmas, se basa en la eficacia de desanclarlos de la red geomagnética.
Cuando finalmente sean desancladas, inevitablemente caerán de nuevo en el
“vacío de potencia”, a lo que algunas personas se refieren como “la fuente” o
“la luz”. Desanclarlos requiere coraje y la voluntad de aceptar que un error
puede costar su vida o su salud mental.
Históricamente, los cazadores de fantasmas más audaces y
eficaces son magos taoístas, que durante muchos siglos han estado refinando la
técnica. Los magos taoístas son inmunes a los Virus de la Deidad, y por esa
razón han estado libres de distracción para llevar a cabo su trabajo. La
aplicación de los principios de la geomancia (Feng Shui – nota: “voy a hablar
de estos principios en una nueva actualización, o si usted se encuentra en un caso
de urgencia, envíeme un correo electrónico y le contestaremos tan rápido como
sea posible) así como de otras artes más esotéricas, fácilmente puede eliminar
un espacio de fantasmas, y (temporalmente), incluso las entidades crónicas.
Me atrevo a decir que el enfoque taoísta, si se domina,
fácilmente puede eliminar definitivamente o prevenir las manifestaciones de las
cinco categorías. Además, un mago taoísta puede crear o reorientar estas
manifestaciones para servir a propósitos buenos y no tan buenos. El cazador de
fantasmas moderno debe tener una familiaridad con los principios taoístas, así
como con varios hallazgos recientes, como la “ley del trapecio”. Se espera una profunda familiaridad con el
ocultismo y el folclore, y una mayor sensibilidad a las sutiles señales del
ambiente (la intuición). Capacitación en el chamanismo (arte primitivo de
recuperación del espíritu) le haría también mucho bien.
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