Libérese de sus enemigos
Ingredientes: *Un
carbón de regular tamaño *Un alfiler *Un vaso liso nuevo *Agua, la necesaria Preparación:
Antes de acostarse, llene el vaso con agua. A un lado del
mismo, acomode el carbón con el alfiler clavado. Póngalo sobre el buró de su
recámara.
Al día siguiente,
cuando se levante coja el carbón y el vaso y diríjase fuera de su habitación.
Moje el carbón con el agua del vaso y diga con voz clara y firme: “Es mi
voluntad más poderosa que la de los que intenten buscarme dificultades. Mi
pensamiento es irresistible, por eso nadie podrá oponerse a lo que pienso.
Usted… (Nombre de la persona) será mi amigo porque ordeno que me respete y me
quiera. Yo le ordeno, pues no tengo enemigos. Todos me estiman, todos son mis
amigos”
Arroje el carbón por la ventana de su casa.
Repita la operación dos días más seguidos, y empiece un
martes. Es justo señalar que esta fórmula le ayudará a liberarse de aquellos
que le provoquen disgustos, ya sea en el trabajo o en su vida íntima.
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