Una vela blanca y una vela amarilla. El amuleto personal que consideres de suerte, o algún objeto personal que te identifique (también puede ser la imagen de algún santo). Un incienso de lavanda y una taza de agua. Procedimiento:
Debes empezar la ceremonia en las primeras horas de la noche con una fase lunar en
cuarto menguante. Toma las velas y grábalas con algo punzante. Debes colocar el nombre de la persona por la que haces el ritual (si es para ti debes colocar tu nombre). Luego de terminado el tallado, enciéndelas y ponlas una al lado de la otra, cada una dentro de un candelabro o algún tipo de soporte. Prende el incienso y deja que el lugar quede impregnado por su aroma. Concéntrate ahora, toma el objeto de la suerte, y trata de imaginar un halo blanco y dorado que rodea a la persona, cuidándola de toda enfermedad, mientras repites:
“Señor padre, todo poderoso, cuida a (di el nombre de la persona que deseas proteger)
de todo daño o mal, y líbrala de cualquier enfermedad del cuerpo o del alma. Ayúdala a que nunca se aleje del buen camino. Amén.”
Si la persona a la que se debe proteger eres tú mismo, entonces evoca la oración en primera persona.
Luego deberás beber el agua, como símbolo de purificación.
